Es una expresión de los Leoneses referida a tomar limonada de León .
La expresión es de origen incierto, no existe ningún documento ni escrito que revele su significado, y ha llegado hasta nuestros dias por tradición oral desde la edad media.
Sobre el año 1320 comienzan a difundirse historias en los reinos cristianos de judíos que envenenan el agua y profanan hostias, llegando a su apogeo entre 1328 y 1350, durante la peste negra.
Estas historias deterioran las relaciones ya difíciles entre judíos y cristianos, en los reinos de León y Castilla se producen ataques contra las juderías por cristianos armados con palos, guadañas, hoces y espadas.
En León, la judería estaba situada en torno a la calle Misericordia y el barrio de Santa Ana («Castro Iudeorum» o castro de los judíos)
Se cuenta que durante las celebraciones de Pascua, el Viernes Santo, los cristianos de la ciudad bajaban a la judería, junto al barrio Húmedo, para vengarse de los judíos, a los que consideraban responsables de la muerte de Cristo.
Las autoridades, alarmadas, para evitarlo, decidieron permitir una suave bebida alcohólica en las tabernas del camino, con la que se emborrachaban y desistían finalmente de sus intenciones. Esta bebida era la limonada; originalmente Vino tinto rebajado con agua, limón y azúcar.
Esto era un hecho excepcional, pues en Pascua se eludía todo abuso, era tiempo de abstinencia y ayuno, y las bebidas alcohólicas estaban prohibidas.
Algunos creen que los ataques a los judíos eran debidas irónicamente a los alcoholizados por la limonada y otros que la limonada evocaba a una de las siete palabras que pronunció Jesucristo en su pasión, "Tengo sed" (Jn 19, 28)
Una más razonable dataría la expresión en el año 1306, cuando Felipe IV de Francia publica el real decreto que supone la expulsión de los judíos.
"Limonada que trasiego, judío que pulverizo" es un posible origen de la expresión que por transmisión oral llegó hasta nuestros días evolucionada como "matar judíos".
Hoy esta expresión carece de cualquier connotación xenófoba y los judíos, como cualquier otro grupo étnico-religioso, son bien recibidos por los leoneses, que esperan sepan comprender el origen histórico de esta arraigada expresión.
Todas los años de Semana Santa en León, la gran mayoría de los bares cuelgan carteles donde se lee "hay limonada" donde las gentes de León y los turistas pasan el día entero "matando judíos".
martes, 10 de abril de 2007
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